jueves, 20 de octubre de 2011



Imagen: La justicia.




Hola amigos!

Antes de empezar os dejo una pequeña introducción sobre el porqué de la imagen de mi actualización de hoy.



La justicia (del latín, Iustitia) es la concepción que cada época y civilización tiene acerca del sentido de sus normas jurídicas. Es un VALOR determinado por la sociedad. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus integrantes. Es el conjunto de reglas y normas que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones.
Este conjunto de reglas tiene un fundamento cultural y en la mayoría de sociedades modernas, un fundamento formal:
-El fundamento cultural se basa en un consenso amplio en los individuos de una sociedad sobre lo bueno y lo malo, y otros aspectos prácticos de cómo deben organizarse las relaciones entre personas. Se supone que en toda sociedad humana, la mayoría de sus miembros tienen una concepción de lo justo, y se considera una virtud social el actuar de acuerdo con esa concepción.
-El fundamento formal es el codificado formalmente en varias disposiciones escritas, que son aplicadas por jueces y personas especialmente designadas, que tratan de ser imparciales con respecto a los miembros e instituciones de la sociedad y los conflictos que aparezcan en sus relaciones.







Aquí estoy una vez más, con mi muso rondándo, intentando sacarme lo que llevo dentro…

Espero que os guste.

Ya sabéis que soy muy refranera, y que los que no existen los invento yo.

Me agobio con facilidad, por eso intento rodearme sólo de gente que desprenda energía positiva, con quien hablar sin censura y me escuche con atención.

No me gusta la gente falsa, supongo que a nadie, pero poca gente se toma la molestia de ser franca. Por lo que, en cuanto me doy cuenta de que me han engañado o mentido hago borrón y cuenta nueva…

Como dice el anuncio “Cuando aprendes eres los otros, y cuando desaprendes eres tú”. Pues eso hago yo ahora… Aprendí a confiar de todos, aprendí a creer en los “ParaSiempres”, aprendí a confiar en los “Nuncas”, ahora desaprendo todo ello.

Que las cosas no cambian… que lo que cambian son las personas. Y yo me incluyo, he cambiado, siguen lastimándome las mismas cosas, pero ahora sé dejar de lado los problemas y prestar atención a lo verdaderamente importante, y pasar de las preguntas de las cuales necesitas obtener una respuesta sincera  “¿Porqué?” “¿Cómo?” “¿Cuándo?”… principalmente, por que por mucho que lo pregunte a quien te dañó… no voy a obtener una respuesta, y si la obtengo no será verdadera, o yo no la creeré…

Basta que me cuentes una sola mentira para poner en duda todas tus verdades.”  (Miguelo)

Ya no guardo rencor ni odio, si me hacen daño, lo paso mal, sí. Pero no pienso dejar que nada ni nadie me haga sentir inferior. El odio en mí es un sentimiento efímero, no dura dentro de mí más que unas horas… Paso de venganzas, creo que la vida es justa, que el destino tiene todo preparado, lo que en un momento sufres en otro momento te será recompensado, lo importante es que cuando estés mal sepas seguir y hacer porque el momento que te haga ser feliz te llegue cuanto antes.

Confío en el paso del tiempo, lo cura todo, te hace olvidar los malos recuerdos, te hace perdonar lo que en su momento creías no poder perdonar en tu vida, te hace pensar las cosas con calma, tomar decisiones acertadas, comprender el porqué de lo que te ha ido pasando a lo largo de cada etapa de tu vida, te hace crecer como persona…

Como dijo, mi idolatrado, Paulo Coelho: "Nuestra vida es un constante viaje, desde el nacimiento hasta la muerte. El paisaje varía, la gente cambia, las necesidades se transforman, pero el tren sigue adelante. La vida es el tren, no la estación.”

Soy el resultado de todo lo que ha sucedido y de lo que va a suceder, pero estoy aquí. Si he hecho algo mal, puedo corregirlo o al menos pedir perdón. Si he hecho algo correcto, hace que sea más feliz y esté más conectado con el ahora.”





Y para terminar, cómo no con otra de mis queridas frases… que llevo a cabo desde hace bastante tiempo y la verdad, me siento mucho mejor, ahí va: La vida me ha enseñado a tratar a las personas de la misma manera en que ellas me tratan a mí.”



GRACIAS POR TENER UN RATITO PARA MÍ Y LEER LO QUE ESCRIBO.

Amanda Hernández.